En estos días recibimos la noticia de que Macri se retiraría de la política en 6, 7 u 8 años, sin embargo no habíamos podido escuchar sus declaraciones. Ayer en el programa oficialista las pasaron como una de las “buenas noticias del dia”. Allí se lo vio a Macri decir que se “podría ir a enseñar a una universidad del mundo”, frente a la pregunta de ¿qué podría llegar a enseñar?, contestó: “de todo… cosas que tienen que ver con el urbanismo, cosas que tienen que ver con la política, cosas que tienen que ver con el futbol”. A nosotros nos surgió la siguiente reflexión.
Si la única causa de que un idiota semejante sea el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, es su extracción de clase. Es decir, que el único mérito de tal incapaz es ser hijo de uno de los empresarios más importantes del país, lo cual llevó a que gran parte de la clase capitalista lo viera como uno de sus potenciales representantes políticos, copiando, por ejemplo, el modelo italiano que se concretó en el gobierno de derecha del empresario futbolístico y de los medios, Silvio Berlusconi.
Entonces, lo único que podría enseñar el papanatas, es el derrotero que lo llevaron de ser un niño rico a un idota útil a los intereses de su clase. Sin embargo, pensando en voz alta, lo de idiota esta justificado pues es un tipo que no entiende nada de política, pero lo de útil quizás lo deberíamos matizar, pues es útil a la burguesía quien logra afianzarse en el poder, no quien tambalea constantemente y solo logra mantenerse por la cobertura mediática y política de algunas de las fracciones de su clase.
Que va, más allá de todo, nos ponemos contentos por coincidir aunque sea una vez con 678. Aunque para nosotros se trata de una doble buena noticia: Macri deja la política y un idiota se va a dedicar a formar a los futuros cuadros de la burguesía. ¡Que bueno!
Etimología del vocablo idiota
Idiota es una palabra derivada del griego ἰδιώτης, idiōtēs, de ἴδιος, idios (privado, uno mismo). Empezó usándose para un ciudadano privado y egoísta que no se preocupaba de los asuntos públicos. En latín, la palabra idiota (una persona normal y corriente) precedió al término del latín tardío que significa persona sin educación o ignorante. Su significado y la forma moderna data de alrededor del año 1300, del francés antiguo idiote (sin educación o Persona ignorante).
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