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lunes, 28 de febrero de 2011

Revista Gente (1974). Kadafi y López Rega


KADAFI Y EL PERONISMO
Una relación histórica

 Por Martín Espinoza
 Publicado en La Verdad Obrera nº 415

“LIBIA: UN PAÍS QUE CABE DOS VECES EN ARGENTINA Y QUE PUEDE INUNDAR EL MUNDO CON PETROLEO” titulaba con letras mayúsculas la revista Gente en su edición del 7 de febrero de 1974. En la bajada, de la extensa nota del semanario de Constancio Vigil se señalaba: “El primer paso de nuestro enviado especial al mundo árabe fue Libia. Allí coincidió con la llegada de la misión argentina, encabezada por el ministro López Rega, que logró un acuerdo trascendental para el abastecimiento de petróleo a nuestro país.”

La nota dedica una amplia cobertura al viaje de una eufórica comitiva del gobierno argentino encabezada por siniestro Ministro de Bienestar Social del entonces presidente Perón. Se pueden ver varias fotos, entre las cuales se destaca la del momento de la firma de los acuerdos comerciales entre López Rega y Muammar Khadafi, a quien Gente describe como un “gran admirador del General Perón. Una presencia joven y dinámica en el mundo árabe”. Fue justamente el fundador de la Triple A el encargado de aceitar las relaciones políticas y comerciales con Libia en momentos en que Argentina ingresaba en el Movimiento de Países No alineados.

En ese alineamiento diplomático internacional, de la llamada “tercera posición”, ya se había ubicado Perón desde su primer gobierno. Muerto el general, López Rega profundizó las relaciones con Libia dirigiendo y creando la “Unidad Operativa Proyecto Libia”, desde donde hizo jugosos negociados con el país árabe. Hasta se cree que Libia aportó armas y entrenamiento a la fascista Triple A.

Pero no sólo la derecha peronista se valió de las buenas relaciones con Libia. Los dirigentes montoneros también habrían recibido entrenamiento militar en aquel país y mantenido un estrecho vínculo político y económico. Años después, en noviembre de 2008, otro gobierno peronista visitó Libia para cerrar nuevos acuerdos comerciales. Fue Cristina de Kirchner quien inauguró un seminario de oportunidades de negocios. Libia es uno de los más importantes compradores de aceite de soja a la Argentina.

Vale la pena destacar la comparación que supo hacer nuestra presidenta durante su visita a la nación del norte africano: “Al igual que el líder de la Nación libia, hemos sido militantes políticos desde muy jóvenes, hemos abrazado ideas y convicciones muy fuertes y con un sesgo fuertemente cuestionador del statu quo”.

Como ocurrió también ante el levantamiento popular que tiró al dictador Mubarak en Egipto, el gobierno argentino volvió a hacer silencio ante la masacre perpetrada por el carnicero Kadafi contra el pueblo libio. Recién el martes 22 hubo un comunicado oficial haciendo una tibia referencia al respecto.

Haciendo honor a la histórica relación entre Kadafi y los peronistas, los kirchneristas han comprendido que lo verdaderamente importante son los buenos negocios.

domingo, 27 de febrero de 2011

Raúl Moneta y los blogueros K

El gobierno suma “guardianes” de todo pelaje

Por: Daniel Satur

 

¿No era que con la Ley de Medios iban a multiplicarse por todo el país los canales y las radios…? Parece que, al menos en el kirchnerismo, eso ya no lo cree nadie. Por eso, lejos de “democratizar las comunicaciones”, hace semanas que el gobierno y sus aliados vienen moviendo fichas mediáticas a más no poder, con el objetivo de reforzar de cara a las elecciones el aparato necesario para propagar su doble discurso. La reaparición de la revista El Guardián, creada por el ex banquero menemista Raúl Moneta, y la asunción de varios “blogueros K” en Canal 7, son hechos en apariencia disociados pero que bien pueden leerse como dos caras de una misma moneda.

De Menem a Cristina (como tantos)

El jueves 17 salió el primer número de El Guardián. El dueño de este semanario es nada menos que Raúl Moneta, el empresario mendocino que se hizo millonario durante los ’90 privatizando bancos, lavando dinero y asociándose a multinacionales en la compra de medios. El mismo que zafó de varios procesos gracias a su amistad con jueces y fiscales. El socio de Daniel Hadad y otros empresarios menemistas/kirchneristas.

El Guardián tuvo un paso fugaz hace algunos años, y en esta segunda época arrancó con una clara definición: será kirchnerista. Como demostración, su primer número fue dedicado a despegar al gobierno del escándalo del “narcoavión” descubierto a principios de año. En un informe especial relata los vínculos que unen a los hermanos Juliá, dueños del avión, con Luis Barrionuevo. Demostrando que los Juliá están cerca del líder de la CGT Azul y Blanca, la revista quiere ocultar los vínculos que los unen al kirchnerismo. Como si ambas relaciones no fueran compatibles.

La revista de Moneta llega para ayudar a Cristina a remar un poco más fuerte. Sin dudas la pelea histórica entre el empresario y Clarín es uno de los elementos que motorizan esa “sociedad”.

Un dato no menor: para que el semanario no sea tan amarillo como en su primera época, Moneta contrató periodistas experimentados. Entre ellos, a algunos ex integrantes de Crítica de la Argentina, como Daniel Capalbo (dirección), Rafael Saralegui (jefe de redacción) y Mauro Federico (redactor que hoy también es columnista de Duro de Domar). La idea es imprimirle un “estilo Crítica” a la revista, con una alta dosis de anticlarinismo a pedido de paladares K.

En veinte años de “carrera” Moneta se llenó de plata comprando bancos estatales en Mendoza y, asociado al grupo mexicano CIE, concentró gran cantidad de canales, radios y medios gráficos de Capital y el interior. Siempre se manejó en las sombras, aunque cada año se lo suele ver en la Rural, presentando a sus jinetes y caballos tradicionalistas o a sus faisanes campeones. ¿Será Moneta otro de los tantos “sapos” que el kirchnerismo intenta justificar en pos del supuesto proyecto “nacional y popular”?

Estos chicos…

Otro hecho de las últimas semanas es el nombramiento de miembros de La Cámpora y jóvenes “blogueros K” en puestos públicos de peso. Todo arrancó en diciembre cuando Julián Álvarez, militante de la agrupación creada por Máximo Kirchner, fue nombrado Secretario de Justicia de la Nación. Más tarde, en enero, Juan Manuel Abal Medina fue puesto al frente de la Secretaría de Medios, pasando a manejar casi toda la propaganda oficial y los recursos para difundirla.

Continuando con la ronda de “ascensos”, por estos días y a pedido de Abal Medina hubo cambios en la gerencia de noticias de Canal 7. Allí se nombró a Santiago “Patucho” Álvarez, militante de La Cámpora, editor del suplemento jóven de Miradas al Sur y autor del blog Ni a palos. El muchacho tiene el mismo sobrenombre que su padre, Santiago “Patucho” Álvarez, corrupto ministro de Bienestar Social del gobierno de La Pampa en tiempos del menemista Rubén Marín. Los que los conocen, dicen, les encuentran más de un parecido.

Los cambios en la pantalla estatal no terminan ahí. Como segundo de Álvarez fue nombrado Ignacio Saavedra, dueño de una productora de TV y ex funcionario en la Secretaría de Cultura. Y en la gerencia de Contenidos se nombró a otros dos fieles peones: Martín Rodríguez, creador del blog oficialista Revolución Tinta Limón, y Carlos Figueroa, ex notero de Duro de domar, miembro de La Cámpora y amigo personal del diputado Juan Cabandié.

Como se ve, toda una demostración de que ser “militante K” puede cotizar en alza. Resta saber quiénes serán los próximos jóvenes premiados con jugosos cargos y funciones. Lo que es seguro es que la primicia la tendrá, inevitablemente, Visión 7.

Que Moneta y los “blogueros k” coincidan arrancando el año electoral prestos a dar gran apoyo al gobierno de Cristina no tiene por qué sorprender. Moneta no es muy distinto, como hombre de negocios, a Cristóbal López, Eduardo Eurnekián, Daniel Hadad, Sergio Szpolsky, Sergio Taselli o la familia Madanes Garfunkel, todos empresarios que se enriquecen gracias a las grandes oportunidades que les brinda el “modelo”. Y los jóvenes provenientes de la “blogósfera” no son tampoco tan distintos a experimentados funcionarios como Guillermo Moreno, Julio De Vido, Juan Pablo Schiavi, Aníbal Fernández o Juan Manzur. Todos parte del “proyecto”. Todos amigos.

martes, 22 de febrero de 2011

Telesur: Libia no es Egipto. O cómo ocultar la mugre bajo la alfombra


Recibimos un mail del compañero Daniel Satur de la redacción de La Verdad Obrera. Con unos videos y en pocas palabras, analiza el trato diferencial que la cadena televisiva venezolana le da a los acontecimientos revolucionarios del mundo árabe.

Se entiende por qué Telesur, la cadena de noticias con sede en Caracas, tomó de forma muy distinta los acontecimientos sucedidos en Egipto y los que hoy sacuden a Libia. Mientras semanas atrás retransmitía casi a tiempo completo lo que registraba Al Jazira, hablando de la "revolución social triunfante", hoy apenas informa sobre lo que pasa en Libia, dando un trato especial al gobierno de Gadafi e incluso diciendo que "prosigue la tensión en Libia con protestas a favor y en contra del presidente". Pero no pueden transmitir mucho, ya que cualquier información más o menos seria que tienen que dar desde allí habla de la brutal, sanguinaria y letal represión que Gadafi descarga sobre la población Libia.
El silencio cipayo de Cristina para con Mubarak, un poroto...





martes, 15 de febrero de 2011

Libertad de explotación (Parte II)

PRECARIZACION Y TERCERIZACION EN LOS MEDIOS

Por: Daniel Satur y Verónica Zaldívar en La Verdad Obrera nº 413
 
Hace un par de meses, empleados del Grupo UNO de Mendoza (de Daniel Vila y José Luis Manzano) realizaron medidas contra las precarias condiciones laborales. En Radio Nihuil, Diario El Ciudadano, Diario Uno, Canal 7, Supercanal y TV Río Diamante se reclamaba que “se cumpla el convenio colectivo, que se respete el Estatuto del Periodista, que se regularice la situación de los compañeros a los que les redujeron las jornadas y los salarios y que se garanticen las actuales fuentes de trabajo”. Finalmente, luego de paros y movilizaciones los trabajadores lograron que la empresa se comprometiera a cumplir con sus demandas.
 
En el caso de la tercerización, una de las últimas denuncias surgieron de la Comisión Interna de los Trabajadores de Prensa de Telefe. Entre otras irregularidades que revelaron el año pasado, denunciaron que se estaba delegando parte de la producción de contenidos que luego se transmiten en el noticiero del canal. Esto amenazada la fuente laboral de los propios trabajadores de Telefe, ya que si la tercerización se extiende puede llevar a intentos de recorte de personal por parte de la empresa.

Conflictos que no son “noticia”

Estos dos ejemplos son sólo una muestra de la situación generalizada en medios nacionales y regionales, privados y estatales. Una situación de la que se benefician las patronales que, recubriéndose del discurso de la “libertad de expresión”, censuran los reclamos de sus propios trabajadores, que son los más silenciados, incluso si se dan en empresas “competidoras”. Clarín no habla de lo que pasa con los empleados de Télam. Página/12 no cuenta lo que pasa en La Nación. 678 no dice lo que pasa en Canal 9 o Telefe. Todos confrontan discursos y se disputan audiencias. Pero acuerdan que, entre bomberos, nadie se pisa la manguera.

Aunque en las últimas semanas los medios oficialistas difundieron el caso de despedidos de AGR (imprenta de Clarín) que retrasaron con un piquete la salida del matutino exigiendo su reincorporación tras cinco años de conflicto, y el ministro Tomada acuse a Clarín de “monopolio inescrupuloso”, ni una sola medida efectiva se ha tomado a favor de los trabajadores. Una actitud nada comparable a la determinación con la que el mismo gobierno K mandó a la infantería en 2004 para reprimir a los cientos de trabajadores de AGR que resistían los despidos, cuando la relación con Clarín era amistosa.

Burocracias

Las direcciones de los gremios de los trabajadores de medios no difieren mucho de los llamados “gordos”. Traicionar las luchas y darle la espalda a los despidos es práctica común de las direcciones de UTPBA, FATPREN, SAT y otros sindicatos. Y casos como el allanamiento a la sede de la obra social de UTPBA, implicada en la causa de los remedios truchos, muestra que entre estos personajes y Zanola hay apenas unos matices.

Lo irónico es que algunos de los que dirigen estos gremios son parte del “progresismo”. En las últimas elecciones de UTPBA la burocracia tuvo como candidatos a Eduardo Aliverti y Raúl Dellatorre, periodistas de Página/12, Radio Nacional y Canal 7. Aliverti es, además, un ejemplo de “polifuncionalidad”. Pero no de la que sufren muchos jóvenes periodistas que laburan cubriendo más de un puesto, sino de la que lo convierte en periodista estrella y a la vez empresario. Como su escuela privada ETER hace años le reditúa buenos dividendos, él retribuye el reconocimiento proveyendo “pasantes” de ETER a grupos como Clarín, TyC, C5N, Canal 26, Continental y La Red, entre otros. O sea, mano de obra bien barata para los amigos “del medio”.

Estas burocracias no sólo traicionan a los trabajadores, también silencian la situación de cientos de periodistas, locutores y técnicos.

Triunfos como el de los tercerizados del ferrocarril Roca, vistos con ojos patronales, no sólo son un “mal ejemplo” para la población trabajadora (de allí la demonización mediática de toda acción directa emprendida por los trabajadores), sino también un problema para los burócratas que, como Pedraza, sólo están preocupados por reproducir sus negocios. Para ellos la lucha contra la tercerización y la precarización laboral no debe ser conocida. Para los trabajadores de prensa, en cambio, el ejemplo de los compañeros del Roca bien podría convertirse en una buena primicia a imitar.

viernes, 11 de febrero de 2011

LAS OPINIONES DEL DIARIO LA NACION

En La Verdad Obrera nº 413

Si el gobierno gira a derecha, ¿a ellos qué les toca?

La Nación es el segundo diario de Argentina, con una circulación promedio de 160 mil ejemplares. Fundado en 1870 por Bartolomé Mitre, durante el Siglo XX apoyó todos los golpes militares, declarándose abiertamente gorila. Bancó hasta el final a la dictadura del ’76, siendo una gran usina de propaganda genocida.

La Nación es socio de Clarín y el Estado en la propiedad de Papel Prensa, entregada por Videla luego de arrancársela bajo torturas a otros empresarios.
Por su íntima relación con las grandes patronales, es uno de los organizadores de Expo-Agro, la multimillonaria feria anual de maquinarias rurales.

Una “república” para pocos

En los últimos tiempos las editoriales y notas de La Nación tienen el propósito de criminalizar la pobreza y responsabilizar a los oprimidos de los males que azotan a la “ciudadanía”. Mintiendo descaradamente llegan a decir que en las calles de Buenos Aires la presencia de la policía “es casi nula”, lo que provoca el copamiento del espacio público por parte de “los delincuentes”, de “los que ocupan las esquinas de la ciudad, intimidando a los conductores con presuntos servicios informales” (léase cuidacoches y limpiavidrios) y “los que todos los días transforman las calles y plazas de la ciudad en una suerte de basural a cielo abierto” (léase cartoneros)1.
Sin embargo esas afirmaciones chocan con la visión que el propio diario tuvo de los cambios que Cristina realizó en “seguridad”. Así, en diciembre se destacaba el “fuerte gesto de cambio en la política de seguridad” con la creación del Ministerio de Nilda Garré, donde quedaba “atrás el discurso oficial sobre la ‘sensación de inseguridad’”. Un guiño claro al kirchnerismo por incorporarse a la “cruzada” antipobres.
Pero aunque intuya que el gobierno “popular” profundizará su giro a derecha, algunas de las “plumas” de La Nación no dan tregua y día tras día aprietan un poco más. Mientras Joaquín Morales Solá afirma que se “viene soportando, por la acción de un sindicalismo desaforado o por la simple lucha ideológica, una increíble escalada de violencia”2, Ricardo Esteves destaca que en Argentina hay “clases medias y medias altas que se refugian en guetos llamados ‘barrios cerrados’” y que las ciudades están “entregadas a las usurpaciones (…), la degradación, la inseguridad, la suciedad y el narcotráfico”3. Un panorama sombrío, que si el Estado no soluciona con más represión pondrá en peligro la “república”.

Del otro lado del mostrador

Si de algo no se puede acusar a La Nación es de incoherencia. No es como los medios oficialistas que, fieles al apotegma peronista, ponen “el guiño a la izquierda y giran a la derecha”.
En sus últimas editoriales, el heraldo terrateniente defiende dos conquistas que la burguesía se niega a entregar: el trabajo esclavo y la tercerización. En ambos casos justifica la precarización laboral aduciendo que en todo el mundo es así y que es lógico que se mantenga porque sino disminuiría la ganancia empresaria: “Se explica entonces dada la condición de trabajo temporario, que las condiciones de habitación de estos trabajadores no dispongan de las comodidades habituales en el trabajo rural permanente” 4. ¡Cuánto cinismo! Llamar “comodidades” a condiciones mínimas de vivienda, baño, cama, ventilación y resguardo de los agrotóxicos. En la misma nota se sorprende por la difusión del “estado de las actuaciones judiciales seguidas contra estas empresas, violando no sólo el secreto de sumario (…) sino el fundamental principio de inocencia”. O sea que las “víctimas” de los operativos serían las “inocentes” trasnacionales agroindustriales. Un discurso “garantista” para defender a las empresas, que se invierte cuando se trata de pobres o de trabajadores en lucha, como los del ferrocarril Roca.
En el editorial “Tercerizados: otra extorsión que da resultados”, del 4 de febrero, se advierte que “con ese criterio, cada persona que esté disconforme con su condición laboral adquiere el derecho al reclamo por la vía que crea más conveniente, incluida la violenta. Merced a esta actitud, no inhibida a tiempo por las fuerzas del orden (…), la paralización de los servicios produjo enormes daños al público”.
A la defensa de la tercerización y la flexibilización, La Nación agrega para el caso del ferrocarril que “por tratarse de una compañía subsidiada como consecuencia de verse obligada a aplicar tarifas inferiores a sus costos, lo que ocurrirá es que los contribuyentes deberán en adelante aportar la diferencia.” Otro burdo intento de relacionar la conquista de mejoras laborales al perjuicio de la población. Un argumento que leeremos seguramente en las próximas paritarias, contra los pedidos de aumento salarial.
Para La Nación “resulta arduo convencer de que la tercerización y esas otras formas son instrumentos idóneos para crear empleo, mejorar la productividad y promover genuinamente el crecimiento”. Una preocupación que parece compartir cada vez más con la propia Presidenta. Por eso Mariano Grondona, en lugar de sus diatribas golpistas, ahora prefiere el consejo amistoso. “Cristina tendrá que cuidarse del poder de la calle“, escribe y argumenta que “el rebrote de los episodios de acción directa ya ha comenzado a preocupar no sólo a las centrales empresariales sino incluso a la Presidenta, en cuyas últimas alocuciones ha llegado a advertir a Hugo Moyano que tendrá que ponerles un freno a los desbordes ”. De allí que el doctor se pregunte si las palabras de la presidenta “marcan el inicio de un profundo replanteo en el kirchnerismo frente al renovado desafío de la acción directa”.
Mal que le pese al progresismo K, el diario de Mitre hace preguntas que la Presidenta está cada vez más dispuesta a responder.

1 - “Una ciudad sin policías”, 28/01/11
2 - “Aislamiento, drogas y violencia”, 30/01/11
3 - “La Argentina que se bifurca”, 01/02/11
4 - “Trabajo esclavo: más mentiras intencionadas”, 05/02/11

martes, 8 de febrero de 2011

Libertad de explotación (Parte I)

PRECARIZACION Y TERCERIZACION EN LOS MEDIOS
Por: Daniel Satur y Verónica Zaldívar. En La Verdad Obrera nº 412
Los medios de comunicación, que a veces publican noticias sobre trabajo esclavo o precario como una forma de atacar a sus adversarios políticos, son ellos mismos usinas de trabajo precarizado que nada tienen que envidiarle a importantes usuarias de la tercerización como los ferrocarriles, las telefónicas, las automotrices o el propio Estado.

Inestabilidad y trabajo “gratuito”

¿Qué formas específicas adquiere la precarización laboral en los medios de comunicación? Una de las principales es la existencia de “colaboradores”, es decir, periodistas que realizan notas o reportajes para un medio en particular pero no tienen relación contractual fija con la empresa, sino que se les paga por cada trabajo publicado. Lo mismo sucede con los fotógrafos. Esto conlleva una absoluta inseguridad económica para estos trabajadores, que mes a mes no saben si el medio les “comprará” o no la siguiente producción. Se trata de una deformación de la figura del “colaborador permanente”, contemplada en la Ley del Estatuto del Periodista Profesional, que garantiza 24 producciones anuales como mínimo a ser compradas por el medio (1). Algunas empresas “compran” hasta 23 notas por año, zafando así de posibles demandas. También es una interpretación alterada del histórico oficio de free lance, que es aquel periodista o fotógrafo cuentapropista que realiza un trabajo personal y publica voluntariamente sus producciones en uno o varios medios sin depender de ninguno en particular.

Otra forma de explotación utilizada por los medios es la de las pasantías; en connivencia con institutos terciarios o universidades, hacen pagar a los estudiantes un “derecho de piso” trabajando gratis o por dos pesos para las empresas periodísticas. Bajo el camuflaje de “obtener experiencia” y “formación en el terreno” los grandes grupos se nutren de mano de obra barata o gratuita sin tener que preocuparse por efectivizar trabajadores y agrandar sus plantas permanentes.

Durante los últimos años creció notablemente el espacio ocupado por realizaciones de las productoras privadas, sobre todo en televisión. Así, gran parte de los contenidos de ficción, entretenimiento, investigación y hasta noticieros son producidos por empresas que trabajan para los medios, y sus empleados pueden estar encuadrados en convenios como el de Comercio, mucho más desfavorables que el de Prensa. Al mismo tiempo ha sucedido que los empleados de planta de las emisoras terminan trabajando para las productoras tercerizadas (camarógrafos, técnicos, etc.) en lugar de hacerlo para la empresa en donde trabajan. Sin dudas un negocio enorme para emisoras y productoras. Tan naturalizada es esta práctica que hay productoras que sellan contratos más caros que lo que correspondería y las emisoras deben firmarlos para no quedarse sin contenidos, después de haber vaciado durante años sus planteles de técnicos, periodistas y actores.

Todos precarizan, todos tercerizan

Las diferencias entre medios oficialistas y opositores en muchos aspectos se diluyen hasta desaparecer. Por ejemplo, cuando se trata de las relaciones que establecen con sus trabajadores. Sean privados o estatales, kirchneristas u opositores, todos los grandes medios mantienen prácticas laborales como las descriptas.

Un caso que sacó a la luz parte de esta situación fue el del extinto diario Crítica de la Argentina. Cuando la patronal vaciadora de Mata y Figueras decidió dejar de pagar los sueldos, quienes primero dejaron de cobrar fueron los “colaboradores”, decenas de periodistas que escribían regularmente para el diario. Gran parte de los diarios nacionales (Perfil, La Nación, Clarín, Página/12) y muchos regionales hacen de la “colaboración” un método de notas a bajo costo y sin mayores compromisos.

En Clarín, el mayor grupo multimedia del país, es conocido el uso y abuso que hace (en todos sus medios) de todo tipo de precarización. Lo “normal” en el diario es que haya redactores que trabajan años sin pasar a planta permanente, pasantes en todos los sectores, sub-empresas con personal bajo convenios que no son el de prensa, impedimento de cualquier forma de organización de los empleados vía persecución y despidos. Los históricos casos de la expulsión de la Comisión Interna completa del diario en 2000 y de más de cien despidos en su imprenta propia AGR en 2003 son los hechos más resonantes de una larga lista de atropellos. La “conmovedora” campaña publicitaria de hace unos meses, donde supuestos usuarios defendían su derecho a seguir conectados a Fibertel, ocultaba que gran parte de los trabajadores que instalan el servicio y realizan otras tareas no son empleados efectivos del Grupo, sino que están tercerizados, trabajando en peores condiciones que sus compañeros.

Pero lejos de darse esta situación sólo en los medios de “la corpo” (al decir de 678), en la agencia estatal Télam la situación no es muy distinta. Hace años que la gestión de la empresa (primero con Martín Granovsky -redactor de Página/12- y hoy con Jorge García) aplica los contratos y subcontratos, con salarios a la baja y un trabajo periodístico devaluado. Los mismos delegados de Télam denuncian también el manejo discriminatorio de las horas extras que hace la patronal, generando un sistema cuasi clientelar.

En el próximo número de LVO continuaremos desarrollando este tema, denunciando las prácticas de las patronales y el rol cómplice de la burocracia sindical.

(1) - “Se entiende por colaborador permanente aquel que trabaja a destajo en diarios, periódicos, revistas, semanarios, anuarios y agencias noticiosas, por medio de artículos o notas, con firma o sin ella, retribuidos pecuniariamente por unidad o al centímetro, cuando alcance un mínimo de veinte y cuatro colaboraciones anuales. Quedan excluidos de esta Ley los agentes o corredores de publicidad y los colaboradores accidentales o extraños a la profesión.” (Estatuto del Periodista Profesional, art. 2).

jueves, 3 de febrero de 2011

Diario Popular: en campaña contra los jóvenes pobres

Por: Verónica Zaldívar
 
En la cruzada por bajar la edad de imputabilidad, los medios de comunicación vienen teniendo un rol protagónico, fogoneando la idea de que ser joven y pobre es sinónimo de ser delincuente. Uno de los que se lleva los mayores galardones es el Diario Popular, tercero en ventas en Argentina. No pasa un día sin que saquen una nota poniendo el énfasis en que la mayoría de los actos vandálicos, robos, asesinatos y secuestros son realizados por adolescentes e incluso niños, cuestión que como explicamos en otras ocasiones fue refutada por los últimos estudios realizados. Su cinismo llega al punto de que en la edición del 28/01/11 publicaron una nota titulada “Un violento caso inverso”, que nos aclara que “no todos los hechos de violencia registrados esta temporada fueron ocasionados por jóvenes. Días pasados, en el boliche Pueblo Límite, en Villa Gesell, los patovicas del lugar fueron acusados de golpear a un joven y mandarlo al hospital. ‘Pero no terminó ahí, porque un par de controladores lo siguieron hasta el nosocomio y le volvieron a pegar en la guardia’.” Pero tanto el Popular como los otros medios se cuidan bien de utilizar distintos términos al referirse a los jóvenes de acuerdo a su procedencia social. Esto es parte de la campaña furibunda de criminalización contra los pobres que llevan adelante permanentemente los medios, en este caso refiriéndose a los de clase media o alta como “los chicos” o acentuando que se trata de excepciones si realizaron algún desmán, y en cambio usando la palabra “menor” en forma peyorativa si un joven proviene de sectores populares. Además, en este último caso siempre se aclara que se trata de redes delictivas, que incluso se organizarían desde las villas del conurbano bonaerense. El principal relator de hechos que asocian jóvenes pobres con crimen y drogas en el Diario Popular es Maximiliano F. Montenegro, quien en general escribe las notas que intentan mostrar que vivimos en una sociedad peligrosa y que la “gente bien” se ve obligada a atrincherarse en sus casas custodiadas por alarmas, rejas,armas y rotweilers…. todo esto para a continuación aplaudir el envío de miles de gendarmes a las calles y otras medidas gubernamentales tendientes al control y la represión, especialmente de los jóvenes de las barriadas humildes.