Por Manolo Romano, publicado en  La Verdad Obrera Nro. 437 
El  voto a Miguel Del Sel en Santa Fe, luego del triunfo de Macri en   Capital, abrió la chance para que los intelectuales de Carta Abierta   ensayen el simulacro de una “epopeya” contra “una nueva derecha” que,   oculta tras las máscaras mediáticas, avanzaría a paso redoblado.  ¿Y qué   habría que hacer ante lo que Página/12 llamó “el peligro amarillo”?   Luego de criticar por “cobarde” la campaña de su candidato en Capital   (que, en realidad, compartió con el PRO la agenda de seguridad y   calificó a Garré de “valiente” por militarizar el sur de la ciudad); en   el balotaje porteño han tomado la firme decisión de “combatir a la   derecha” oponiendo a los globos de felicidad macrista, los temibles   corazoncitos rojos que prometen ‘Buenos Aires para Todos’ con Filmus.   Con matices, adoptaron la teoría de Durán Barba de campañas electorales   despojadas de ideología y de programa, “sin confrontación”,  acordes a   los ‘tiempos de paz’, ya que en las crisis, como la del Parque   Indoamericano cuando enviaron la represión conjunta de la Metropolitana y   la Federal, todos dicen y, sobre todo, hacen lo que piensan. El   “bienvenidos” que aparece ahora como lema en la propaganda del PRO, fue   entonces una brutal campaña xenófoba contra los trabajadores  inmigrantes  sin techo. “La distribución del ingreso” que es el  sonsonete que repite  el oficialismo, fue la creación de un Ministerio  de Seguridad en lugar  de uno de vivienda. Si Borges, en su gorilismo  cerril de los años ‘50,  escribió despectivamente que las  escenificaciones del peronismo eran una  “ilusión cómica” que generaba  “mitos populares”, se podría aplicar la  definición tanto a la derecha  macrista como al pretendido “proyecto de  transformación” del  kirchnerismo. Es tan cierto que detrás de la  mascarada de “la nueva  política” del Midachi está el aparato territorial  del Momo Venegas,  Barrionuevo y Duhalde que le hicieron la campaña  santafesina, como  también que la reelección de Cristina trae consigo al  Boudou engendrado  por la UCD de los ‘90, al derechista Scioli que Menem  catapultó del  deporte a la política, a gobernadores como el sojero  Insfrán, y al  aparato de punteros del conurbano.
Después de las elecciones de Capital y Santa Fe, en la oposición se   discute el error de cálculo y la poca audacia de Macri al no animarse a   las presidenciales, dejando huérfana de liderazgo la conformación de  una  derecha nacional. Ante ello, según varios medios, Macri tendría un   plan: “La ausencia de Eduardo Duhalde el domingo en el búnker PRO de   Santa Fe fue el primer paso del acuerdo. Mauricio Macri se comprometió a   manifestarse a favor del candidato presidencial de Unión Popular antes   de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias del 14 de agosto,   pero pidió no mezclar las campañas santafesina y porteña con la   nacional” (Ámbito Financiero, 27/07). Del Sel ya adelantó la misma   intención, pero la contradicción es evidente. Por un lado, Duhalde está   en las antípodas del perfil de “nueva política” como para canalizar   automáticamente las elecciones de Capital y Santa Fe y, por el otro, no   puede establecerse una oposición de derecha viable con alcance nacional   si no es con el concurso, como demostró Santa Fe, de un sector del   peronismo y su aparato. En la antinomia también ha quedado atrapada la   UCR que tiene aparato territorial propio pero armó la alianza de ‘suma   cero’ entre De Narváez y Alfonsín.
A pesar de la apuesta de Duhalde (y de Clarín) de usar el trampolín  de  las “internas” del 14 de agosto para quedar posicionado como el más   votado de la oposición para, luego, polarizar con CFK en las   presidenciales, hasta hoy la reelección de Cristina no parece amenazada.   La razón por la cual las derechas aparecen enmascaradas y fragmentadas   (en todos los bandos) es que tanto gobierno como oposición intentan   usufructuar el conformismo social imperante con la actual estabilidad   económica. Alrededor de 200 mil votantes de Del Sel, un tercio de su   caudal total como candidato a gobernador, lo hicieron a su vez por María   Eugenia Bielsa, peronista moderada pero puesta directamente por   Cristina Kirchner a la cabeza de la lista de diputados del peronismo   santafesino, que ganó en su categoría. Este “voto cruzado” (facilitado   por el tipo de boleta única en Santa Fe y alentado por peronistas como   Reutemann o Perotti) muestra que no se puede descartar que un sector   componente del voto a Del Sel termine votando a CFK en las   presidenciales, de la misma manera que lo haría una parte de los   votantes del PRO en la Capital. Por eso las felicitaciones de Scioli al   Midachi, uno del palo. Es cierto que tanto en Capital como en Santa Fe   hay un alto porcentaje de voto anti K que es irreductible, una base   social que ya se había expresado en la oposición en 2007 y que se   ensanchó luego de la ruptura del gobierno con las patronales agrarias en   2008. Pero Del Sel no sólo ganó en los pueblos del interior sojero de   Santa Fe, sino que lo hizo en buena parte del cordón suburbano del Gran   Rosario, así como Macri tuvo una alta votación en los sectores del   pueblo pobre porteño. También en estos sectores, supuestamente cautivos   del peronismo, ganó De Narváez  en la provincia de Buenos Aires en las   legislativas del 2009. Ni las paritarias restringidas en las que no   tienen lugar los sectores bajos de la clase obrera, precarizada o con   trabajo no registrado, ni la Asignación por Hijo, ni los 8 años de   crecimiento ‘a tasas chinas’ solucionaron el núcleo duro de pobreza   estructural donde hace pie la demagogia de los proyectos de derecha, con   sus cómicos y empresarios faranduleros de mascarones de proa.
En perspectiva, lo decisivo -en medio de la histórica crisis   capitalista internacional con la amenaza del impensado default de la   deuda de los propios EE.UU.-, es que mientras grandes masas votan   conservadoramente, para mantener su situación o mejorarla en el marco   del actual crecimiento económico, todos los partidos del régimen   depositarios de esos votos miden con atraso los acontecimientos que   ocurren en el mundo y afectarán a la Argentina. La gran campaña contra   la proscripción al Frente de Izquierda que estamos llevando adelante y   nos abre el diálogo en cientos de fábricas, empresas y la juventud por   una agenda de lucha de la clase trabajadora y el pueblo pobre, tiene el   objetivo de sentar las bases para el surgimiento de una poderosa fuerza   política militante anticapitalista capaz de enfrentar la crisis, los   verdaderos ataques que vendrán y esté preparada para vencer
Novedad editorial: Oswald de Andrade, ‘Las memorias sentimentales de João 
Miramar’
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* Ficha del libro con más datos, y valoraciones de la obra, de Haroldo de 
Campos y Cantonio Candido. ** Y aquí, el catálogo de Mono gramático editor.
Hace 2 meses


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